La eSIM es mejor que una tarjeta SIM física porque tiene muchos más beneficios:
– La eSIM es pequeña: esto no sólo permite espacio adicional para otros componentes, o quizás una batería más grande, sino que también permite a los fabricantes reajustar el diseño interno de sus dispositivos. No es necesario que una eSIM esté cerca del borde del teléfono y podría facilitar aún más la impermeabilización de los dispositivos.
– La eSIM no se puede dañar ni perder físicamente: porque está integrada en el interior de los dispositivos.
– La eSIM es segura: no se puede duplicar.
– La eSIM puede almacenar múltiples perfiles celulares: se pueden almacenar varios perfiles para que puedas alternar fácilmente y seleccionar qué operador te gustaría usar.
– eSIM es fácil de localizar: es más fácil encontrar su teléfono en caso de pérdida o robo, ya que los proveedores de red pueden controlar la eSIM de forma remota.
Si bien la eSIM tiene muchos beneficios y parece más ventajosa que la SIM física, todavía existen algunas limitaciones en la tecnología:
– eSIM es relativamente nueva: solo está disponible con modelos de teléfono más recientes y operadores seleccionados.
– La eSIM es más difícil de transferir a un dispositivo diferente: en lugar de sacar la tarjeta de un teléfono inteligente antiguo, debes descargar tus datos de la nube para recuperar tus contactos, mensajes y otros medios.
– La eSIM dificulta identificar la causa de un problema de red: cuando tienes problemas de conexión o de señal, una prueba sencilla es conectar tu SIM a un teléfono diferente para comprobar si el problema está en tu red o en tu dispositivo. No podrías hacer eso con una eSIM.
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